En algún momento se dijo que la vida no era más que una simple tontería, que para qué existíamos si no habíamos pedido nacer, que la vida es un derecho y como tal uno debiera decidir si tomarla o no, pues lamento informar y auto convencerme que en el mundo no somos ni hijos únicos, ni hijos de padres separados, para que se nos consienta en todo… lamentablemente la vida nos hace lidiar con personas, situaciones, cosas o maquinas con las que no estamos muy de acuerdo y que van en contra de nuestras habilidades y gustos.
Es desagradable aceptar que tu familiar, o un amigo cercano decide suicidarse o sufre de depresiones frecuentes; parece extraño y hasta egoísta del punto de vista social, de que uno siendo cercano, y tal vez, viviendo bajo el mismo techo, no sepa o más bien no pueda ayudar a esta persona… hay algunos a los que no se les ve salida, como calles sin salida, círculos viciosos los cuales terminarán fatalmente o internados en clínicas psiquiatritas o en suicidios.
Los especialistas aconsejan a los depresivos no leer nuevamente cartas, notas o cosas que le traigan algún tipo de recuerdo, ya que al estar pasando por una depresión los pacientes dan vuelta las situaciones de tal forma de que todo parezca negativo y que se les está constantemente criticando. También realizan una “comparación” de aquel momento “utópicamente feliz” con la actual, la que no les favorece, ya que para ellos, actualmente, el mundo es totalmente oscuro e infeliz.
Por la sociedad los suicidas son catalogados o por cobardes o por valientes:
Cobardes: no son capaces de enfrentar y asumir su realidad, sus miedos, sus traumas, sus penas, pérdidas, desilusiones, dolor, problemas, entre otros. Se dice que son sujetos débiles, sin autoridad sobre ellos mismos, sin un conocimiento claro sobre sus ideas.
Valientes: porque al minuto de quitarse la vida no sienten miedo, se olvidan de todos sus traumas, problemas y creen que la “salvación” se encuentra quitándose la vida. No le temen a la muerte, la toman como solución. Usualmente creen que con auto eliminarse solucionarán todos los problemas fácilmente y de la manera más rápida, suponen que a los que dejarán serán más felices o alcanzarán la felicidad más pronto que con ellos cerca.
En conclusión los depresivos y suicidas son personas las cuales no tienen un control sobre si mismos, no manejan su cuerpo sino que el cuerpo y las demás personas lo manejan a él, se dejan llevar por la masa y no constan de un amor propio, es más, no conocen lo que es el amarse a uno mismo, usualmente creen que la prioridad es “los demás” y luego lo que él piensa… no tienen un carácter fuerte ni definido, algunos aparentan ser fuertes cuando se encuentran en grupos pero luego en la intimidad son tremendamente dóciles y variables.
Es desagradable aceptar que tu familiar, o un amigo cercano decide suicidarse o sufre de depresiones frecuentes; parece extraño y hasta egoísta del punto de vista social, de que uno siendo cercano, y tal vez, viviendo bajo el mismo techo, no sepa o más bien no pueda ayudar a esta persona… hay algunos a los que no se les ve salida, como calles sin salida, círculos viciosos los cuales terminarán fatalmente o internados en clínicas psiquiatritas o en suicidios.
Los especialistas aconsejan a los depresivos no leer nuevamente cartas, notas o cosas que le traigan algún tipo de recuerdo, ya que al estar pasando por una depresión los pacientes dan vuelta las situaciones de tal forma de que todo parezca negativo y que se les está constantemente criticando. También realizan una “comparación” de aquel momento “utópicamente feliz” con la actual, la que no les favorece, ya que para ellos, actualmente, el mundo es totalmente oscuro e infeliz.
Por la sociedad los suicidas son catalogados o por cobardes o por valientes:
Cobardes: no son capaces de enfrentar y asumir su realidad, sus miedos, sus traumas, sus penas, pérdidas, desilusiones, dolor, problemas, entre otros. Se dice que son sujetos débiles, sin autoridad sobre ellos mismos, sin un conocimiento claro sobre sus ideas.
Valientes: porque al minuto de quitarse la vida no sienten miedo, se olvidan de todos sus traumas, problemas y creen que la “salvación” se encuentra quitándose la vida. No le temen a la muerte, la toman como solución. Usualmente creen que con auto eliminarse solucionarán todos los problemas fácilmente y de la manera más rápida, suponen que a los que dejarán serán más felices o alcanzarán la felicidad más pronto que con ellos cerca.
En conclusión los depresivos y suicidas son personas las cuales no tienen un control sobre si mismos, no manejan su cuerpo sino que el cuerpo y las demás personas lo manejan a él, se dejan llevar por la masa y no constan de un amor propio, es más, no conocen lo que es el amarse a uno mismo, usualmente creen que la prioridad es “los demás” y luego lo que él piensa… no tienen un carácter fuerte ni definido, algunos aparentan ser fuertes cuando se encuentran en grupos pero luego en la intimidad son tremendamente dóciles y variables.
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